No se trata de encontrar el camino hacia la felicidad absoluta e inexistente, se trata de elegir el camino al que realmente perteneces, el camino que esta hecho para ti y que debes seguir.
Estará plagado de sonrisas, lágrimas, tristeza, felicidad... y sobre todo promesas.
Promesas que cumpliré y que cumplo, promesas que haré y hago, promesas que viviré y vivo.
Y como una gran promesa, me prometo a mi mismo que todo lo que deseo y quiero tener lo tendre, y lucharé para obtenerlo, no aceptare un no por respuesta.
Esta vez, no tendre que fingir que gano cuando pierda todo, pues no pienso permitir perder nada.
Calabobos
Hace 8 años
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