
La vida es una guerra.
Lo afirmo. Desde pequeños nos instruyen para el campo de batalla, que es nuestra vida misma, nosotros incrédulos, no sabemos a que nos vamos a enfrentar, de hecho, ni sabemos que hemos de enfrentarnos a algo. Mientras crecemos poco a poco, nos van enseñando el campo donde la lucharas por tu existencia y por tu vida. Todo esto visto desde la inociencia de un niño pequeño que está creciendo.

sin que nos demos cuenta, nos van enseñando como usar nuestras armas, dependiendo sobre que tengamos que disparar, puede ser algo rudimentario como un insulto, o puede ser algo tan complicado como el pueril arte del engaño y la mentira. Aunque también hemos de cambiar la munición según sea nuestro objetivo, pues ese sucio cañón de tu arma también puede disparar cosas como cariño o amor, en forma de un "te quiero" o hasta en un profundo beso.
A diferencia de las guerras, en esta lucha, cuando estas terminando un cargador, suele aparecerte otro en la bandolera con el mismo tipo de munición, o dependiendo del momento, siempre podrás cambiar el cargador a algo que se ajuste a las condiciones en las que te encuentras, pero hay veces, que solo te queda la bala de la recámara, y ese cargador que debería de aparecer no aparece.
¿Qué podremos hacer si esto nos sucede?
Pues bien amigos mios, solo podemos y hemos de hacer una cosa.
APUNTAR BIEN.
Welcome to my battleground... You are not a hero.